miércoles, 22 de diciembre de 2010

El olvido II

Me gusta el frío,
Ese que te congela los recuerdos,
Me gusta y no voy a negarlo

También me gustaría morirme de una vez
Lentamente y sin opción al recuerdo
Con pasaporte al olvido,
Sin penas ni glorias
Y así como vine, así me iré

Quiero morirme dentro de la estupidez
Y resucitar en un mundo oscuro
Caminar desnudo
Y sentir las miradas de odio
que la gente irradia
cuando uno está solo, completamente solo...

El olvido I

Allí donde yacía un recuerdo apuñalado
Crecía una raíz de rencor,
Un hálito desesperado nutría el miedo,
Un año de perseverancia exigía resultados
Mas nada de ello resultó;

Y la raíz echaba cimientos
Y el olvido comenzaba a florecer lentamente entre sus senos
Pateando recuerdos, enumerando intentos;

Allí donde yacías tú, solo hay de todo menos yo
y yo, que ya no esoty solo...

sábado, 11 de diciembre de 2010

Lennon por siempre


Han pasado tres días, como cuando los católicos esperan que su Jesús resucite y quizá nuestro mesías no vuelva, ni siquiera para presentarse ante alguna Magdalena; sin embargo, él vive presente ante las miles de personas que, religiosamente, asistimos todos los 8 de diciembre a algún evento en el que se celebra una verdadera fiesta en su memoria.

En esta ocasión, el día de la fiesta se prolongó por dos días. Y es que se conmemoraba una cifra especial: 30 aniversario de su muerte. Asistí con el mismo fervor de siempre a uno de los homenajes en honor de ese grande, de ese titánico genio que ninguno que se considere amante de la buena música, podrá olvidar jamás. Como siempre, la gran mayoría de asistentes eran tíos cincuentones y sesentones, casi todos acompañados de sus cuarentonas esposas y de sus futuros herederos (sí, económica y musicalmente). Tenía la oportunidad de escuchar una vez más, este tributo que se repite desde hace veinte años. No sé si siempre estuvo la sinfónica, no sé si siempre fue en el mismo lugar de siempre: el Teatro Peruano Japonés. Tampoco sé si cada año la calidad del evento tiene los mismos altibajos, ni si hay algunos que hayan asistido los veinte años que llevan tocando. Lo que sí sé es que todos, sin excepción alguna, se ubican cómodamente en algún lugar del recinto y comparten la misma idea: ¿Por qué tuviste que morir, John Lennon?

A continuación, trataré de hacer una breve reseña (a mí manera) sobre Lennon, el genio misterioso y triste de la gente.

John Winston Ono Lennon nació en Liverpool, un 9 de octubre de 1940. Sus padres lo "abandonaron" y Lennon llevaría ese recuerdo por siempre. Una muestra bastante clara sobre este triste episodio de su vida se hace musical en la canción "Mother", del álbum "John Lennon/Plastic Ono Band". A los dieciséis se juntó con Paul McCartney (compinche y rival para toda la vida) y nació The Beatles. Durante 10 años, le hicieron al mundo entero una herida que quizá nunca podrá sanar y que será heredada generación tras generación: La Beatlemanía.
En 1970, los miembros de The Beatles se separan. El primero en irse fue McCartney. Lennon no estaba ni aquí ni allá, eran sus años más tristes y creativos. Harrison estaba más que ofendido y resentido porque ni Lennon ni McCartney daban crédito a su genio creativo. Ringo era una especie de fantasma.

Lennon comienza una discreta carrera como solista y con ella, nos dejó huellas inmortales como "Imagine", "Woman" y "Mind Games", entre otras. Un 8 de diciembre, mientras entraba a su edificio en Nueva York, un loco de mierda acabó con la vida del genio de Liverpool. Algunos dicen que detrás de todo estuvo la CIA, otros dicen que Mark David Chapman estaba obsesionado con Lennon. Lo cierto es que Lennon, ese día, no murió. Si fue la CIA, se peló porque Lennon sigue vivo y es una leyenda.

Llegué al Peruano Japonés alrededor de las 8 pm. El sitio estaba lleno de gente que se abalanzaba sobre la chinita que vendía panes con pollo. "¡Una foto en el techo donde tocaron los bitles! Son gratis, señor". El dichoso "techo donde tocaron los bitles" era una gigantografía del legendario techo donde The Beatles hizo su última presentación en público antes de su disolución. Si buscas en youtube la canción "Don't let me down" o "Get Back", podrás ver a qué me refiero.

La función comenzó 45 minutos después. Tenía en el estómago una coca cola, un pan con pollo y en la conciencia, un marlboro gold. El evento comenzó con un prólogo de los hijos del fallecido bajista Ernesto Samamé, quien solía homenajear a Lennon también en este mismo teatro. A lo largo de casi dos horas de interpretación de los temas más conocidos de Lennon y de todo el disco "Let it be" (1970), sentimos la magia de entregarse sin reproches a la nostalgia, la alegría y la tristeza. De todo lo que vi y escuché, solo me queda resaltar la buenísima interpretación que hace el sr. Carlos Guerrero de los temas de McCartney. El acompañamiento musical también fue casi impecable, con algunas pajareadas que casi nadie notó pero que yo, que me considero un loco música, no dejé pasar.

Las interpretaciones del Sr. Carlos Delgado no me dejaron muy satisfecho que digamos. En algunas estuvo bien y en otras no. Quiero pensar que se distrajo, ya que su pequeño hijo estaba en el escenario, intentado contagiarse de la magia beatle y simulando tocar una diminuta y graciosa guitarra eléctrica. Algunas otras interpretaciones como la de Aldo Rodríguez (vocalista de la banda "Space Bee") y de Andrés Dulude (ex vocalista de la banda "Frágil") merecen un comentario aparte. Rodríguez se lució al interpretar "Jealous Guy", mientras que Dulude jodió totalmente el tristísimo tema de Lennon: "Dear Prudence".

De todos los temas interpretados, me quedo con "Everybody's got something to hide" y "Mother". El último no tanto por la musicalización, pues creo que le faltó gracia, sino por el contenido y es que este tema siempre consigue ponerme triste.

A tres días del aniversario de la muerte de Lennon, solo me queda decir...

¿Por qué te fuiste, Lennon?