el títere se cansó de sus guías;
Cogió la poca dignidad que le quedaba
y la empacó en una botella que lanzó río abajo;
Se puso los zapatos rotos, se quitó los tirantes verdes
Cogió también su gorro azulado y empezó a caminar
Su sendero era de ceniza, su esperanza de cristal,
sus recuerdos espinosos; sus manitas, desangrar
Y cuando llegó la muerte disfrazada de noche y salieron los cuervos a silbar,
El títere se escondió debajo de un árbol mientras no paraba de llorar
Cuando se fue la lluvia triste y el sol su luz prendió,
casi muerto y sin sonrisa, salió el títere sin color
Caminaba sin camino, sollozaba sin dolor
Recordando viejos tiempos, extrañando su húmedo rincón...