Estuve soñando con un camino
un camino dorado, un camino recto y suave,
elegante y eterno,
Mas dicho camino resultó ser una fosa común,
un criadero de angustias y anhelos,
un remedo burdo de una noche solitaria,
una sábana llena de remiendos, de blasfemias y de miedo;
El espejo dormido, las botellas cantantes,
el sexual movimiento del humo de un cigarro triste,
el melancólico sílbido de las lágrimas de una virgen,
el siseo de la muerte, el destierro exquisito de sus manos,
El pecho suave de la desilusión,
y los ojos, los ojos muertos de su primera vez,
sus labios tenues envueltos en llamas frescas,
el esbozo de su sonrisa, tonta e indescifrable...
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