La historia (esta vez) es simple. Muchas cosas no son lo que parecen y otras que sí, no salen como quieres. Cada vez estoy más convencido de aquella maldita frase que me persigue mientras sueño - dormido y despierto - y me pierdo irremediablemente.
"Nadie es imprescindible. Todos somos piezas de recambio en el juego de la vida."
Es curioso como los días de este verano loco se van conjugando de forma graciosa e inesperada. La vida se ha vuelto una puta a tiempo completo.
Para cerrar este pequeño post, cargado de frases célebres y opiniones sin forma y con demasiado fondo, citaré a los Enanitos Verdes:
"Y yo ya estoy cansado de estar tan cuerdo".
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